sábado, 7 de noviembre de 2009

La estrella que amó un cometa

Erase una vez una estrella errante que se perdió y llegó a un cruce de caminos. Y como se sentía triste decidió coger el camino alumbrado por la luna llena. Y entonces quiso escribir un poema, pero los versos eran tan tristes que una y otra vez los rompió y los echó al viento.

Así llegó a una ciudad donde vivían muchos seres, grandes y pequeños, y todos con un halo de luz alrededor que hacía que la ciudad se viese desde muy lejos incluso en la noche más oscura. Y se encontró un cometa que había caído allí hacía ya muchos años porque se su cola de luz se había desvanecido. Y se pusieron a hablar, y hablaron tanto y tanto que ni se dieron cuenta que llegó el amanecer.

Pasaron muchos años y una noche la estrella escribió un poema de amor tan bello que todo aquel que lo leía no podía contener las lágrimas de emoción. Y entonces, tal vez, sólo tal vez, el cometa encontró un halo de magia y su cola volvió a brillar como aquellos años en que todavía no sabía volar.

Y la estrella se echó a dormir. Y el cometa se echó a dormir. Y una vez más llegó el alba, caliente y poderosa. Y una mañana más los sueños se confundieron con la realidad. Y todo volvió a empezar de nuevo, y todos volvieron a soñar y despertar.


Sólo espero que lo que siento no sea un sueño. Y si eres un sueño sólo quiero que seas mio para siempre.

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