jueves, 17 de febrero de 2011

El susurro en la noche

Y erase otra vez un duende que se perdió en el bosque.

A la luz de la luna salió a pasear y cuando se quiso dar cuenta habían pasado ya más de ochocientas noches y mil amaneceres.

A veces se quedaba dormido en los brazos de una amiga que también estaba por allí perdida y entonces se sentía mejor.

Kilómetros de sueños pasaron por sus cabezas y kilómetros de amor pasaron por sus corazones, y aunque también pasaron muchas penas nunca dejaron de quererse.

Olvida las penas y vamos a empezar de nuevo, es lo único que nos queda... le dijo ella una noche, y entonces tuvieron un sueño bonito.

Volvieron a empezar de nuevo porque el amor pudo con todo, porque ella se curó y así por fin le pudo ayudar como él le pidió.

Todo se quedó en un mal sueño por fin, al menos eso soñó ella esta tarde.

Que pase lo que pase nunca olvides que te quise con toda mi alma y que siempre te voy a amar, y que mi pecado fue sólo ser débil.

Mas por Dios, hemos tocado fondo y sólo nos queda resurgir de nuestras cenizas. Y se que juntos lo podemos hacer... al menos eso le susurró ella al oído aquella noche tan triste...


Esta tarde soñe que te abrazada. Gracias por venir a mi sueño cuando te necesité.