miércoles, 26 de agosto de 2020

VIDA

Encontré su poema cuando rebuscaba entre los despojos de la abulia, harta de buscar historias alegres en un mar de desesperanza. Y era triste, como casi todos. Sólo me alegré de ver que aún no era tan amarillo como otros...

Hace ya muchas lunas, demasiadas tal vez, que sólo me interesa saber que aún sigue habiendo vida detrás de aquellas pequeñas colinas despeluchadas que ya no creo visite jamás. Tal vez porque encontré mi sitio donde nadie nunca me preguntó qué fui ni qué seré. Tal vez me volví egoísta, pero ya me tocaba pillar un puto sitio en el palco del purgatorio...
Y ahora que la vida parece pararse en un standby eterno es cuando he descubierto que ya no quiero más salir de aquí...


Vive ...

martes, 27 de marzo de 2018

Los días que no amanecía

Se sigue confundiendo el día con la noche.

Tengo que salir a ver amanecer lejos de esta tierra, necesito que el sol se reencuentre con mi gélida alma y devuelva el color a mi rostro.

Si nunca más amanece... un día me fundiré con la oscuridad de la noche para siempre.

No quiero ahora, aún no he perdido la esperanza de encontrar aquella esencia que se perdió cuando decidimos dejar de jugar a que éramos mágicos y atemporales... aunque creo que no la encontraré jamás prefiero irme pensando en que aún me está esperando, escondida bajo su eterno delirium tremens...

Me voy buscando ese disco mágico de sol que tanto añoro, que sólo se ve desde donde tantos hombres no se atrevieron nunca a llegar. No sé lo que buscaré ni lo que encontraré, sólo sé que necesito llorar para despedirme de Ella sólo hasta muy pronto, no puede ser que su presencia me aterre cuando fue quien me dio la vida mundana... a la que ya no puedo renunciar.

Voy a comerme la tristeza mañana, cuando me vaya.

Y sólo espero que sea un camino sin retorno...

lunes, 26 de marzo de 2018

El reloj

No sé donde se quedaron los días que tan solo eran días, últimamente sólo parecían noches...

La luz del sol duraba tanto... ¿dónde estaba el maldito interruptor que me devolverían esa oscuridad que ansiaba para regocijarme en mi puta miseria una vez más?

Miedo, incomprensible miedo...

No sé si ya no tenía nada, si lo tenía todo como decía ella... sólo se que me sentía triste e irremediablemente aterrorizada, sin ningún control sobre el tiempo pasado y sobre mi previsible triste futuro... Por eso decidí parar el reloj... así dejarían de pasar los días... y las noches...


Ahora ya no es de día, ni de noche, ni quiero vivir eternamente ni morir de una puta vez... sé que no lo voy a soportar mucho tiempo... pero al menos me inventé otra vez un país donde los caminos no están labrados, sólo hay tierra delante de mis ojos, y la puedo pisar y decidir hacia donde ir, o la puedo comer y parar después a dormitarla, o la puedo echar a mis ojos para no ver amanecer una vez más... pero siempre está ahí, para lo que yo quiera, para lo que quieras tú...

Miedo, a qué pasen los días, o a que se paren dentro de un mal sueño... no lo sé... ni siquiera sé si quiero saberlo, tal vez me haga aún más daño...


Un día decidí vivir sin miedo y lo conseguí, pero ahora ya no sé si es demasiado tarde para no tenerlo. Por eso quiero parar el tiempo, para volver al pasado y que no haya presente ni futuro, donde habita él, cruel y despiadado...


miércoles, 21 de febrero de 2018

La frase


Una noche de luna, que puso fin a un día de baile, como aquellos en los que las muchachas bailaban revoloteando sus faldas, allí nos fuimos, a buscarlos...

No sabíamos la dirección, sólo aquella carta donde se nos invitaba a dirigir nuestro pasos hacia país de donde son los besos.

Cuando miré tus ojos negros de noche, enseguida comprendí que tampoco tú entendías el por qué.

Tal vez fue entonces cuando creí encontrar lo que quizá aquel día perdí…

O acaso sólo buscaba el qué del por…

Aunque sólo sentí miedo cuando pensé que podrías decirme que no.

Tal vez era mejor ignorar tus pensamientos, no saber…

Y por eso no me quise acordar de aquellas palabras tan bonitas que te quería decir…

Sólo espero que no te hayas olvidado de acodarte…

Al final, si algún día lo recuerdas, es lo único que necesito…

No te olvides niña querida, sigue buscándola. Y cuando la encuentres quédatela para siempre, es mi regalo infinito, como la eternidad...

miércoles, 9 de agosto de 2017

Infinitamente triste Poeta... lloro por tí.


Mis más castos besos y abrazos,
Delírium Trémens

lunes, 14 de noviembre de 2016

Ella y los ojos de mar

Esta noche tal vez te hice pequeña, no lo sé, tal vez mis sácais sacios de duquelas de otros tiempos te quisieron borrar de ese oscuro abismo para hacerme olvidar cuando te buscaba tan ansiosa, tan triste.

Pero como te amo tanto prefiero pensar que fuiste tú la que te echaste a un lado... para que pudiese ver ese mar hechicero detrás de tu rostro de escarcha.

Y maldigo todos aquellos seres sin alma que te negaron sólo porque nos temían, porque no entendían que se pudiese haber nacido del sueño de un hada, que jamás sintieron el desasosiego de ver como se extingue el polvo blanco de unas alas porque tenían miedo a volar, tanto miedo a volar que se les hendieron los sueños...

Porque puede ser que algunas veces no te pudiese ver porque miles de telas de araña me cegaban... pero jamás se me heló el corazón, jamás eché ningún sueño a la hoguera del aguardo para no sentir frío... tanto frío.

Me gusto verte otra vez, mi amada, verme a mi misma diminuta buscando tu infinita sonrisa, indescriptible, inconsecuente...

Gracias por dejarme ver esos ojos de mar detrás de tu hálito de plata. Ya aprendí que no se pueden parar las olas, y se qué todavía tengo que aprender mucho más para no ahogarme en los resquicios del pasado. Seré libre otra vez, como cuando vivíamos en la Tierra de los Cuentos.
Y volaré siempre mirando sus ojos.









miércoles, 7 de octubre de 2015

Delirium Tremens, barbecho, hoguera...

Hoy por fin desenterré las cenizas de tus poemas, y las llevé a la Maga para que hiciese una vasija para perfumes. Y después pedí a las hadas más bellas la llenaran con sus lágrimas...
Lo malo es que mi amiga del alma decidió romperla en pedazos, y había tantas briznas volando a mi alrededor que me cegué con su menudencia y no pude reconstruirla...

Por eso hoy te pedí que me escribieses un poema, de esos que si no se tienen duelen tanto que se cambiarían por un delirium tremens...
Sólo espero que no dejes tu pluma por ahí tirada para que cualquier desaprensivo pueda escribirlo...
Jamás te creí capaz de hacerlo, pero desde que aquel segundo quisiste ser mortal...

Sólo espero que dejes de exiliar de una puta vez todo lo que te alimentó el alma, ¡¡¡¿o acaso quieres comer sólo polvo de nubes y salir indemne?!!!
No se pueden quemar los libros y negar que las palabras que les dieron la vida jamás existieron...

No me quedan más cenizas... estas últimas se están agotando... por eso fumo un cigarrillo a ver si recompongo algo... pero el gris amarillento de tus poemas apenas se percibe... y empiezo a tener miedo se desvanezca para siempre...

Tú verás lo que haces, yo sobremoriré sin tu poema porque nunca se secarán mis lágrimas... pero tal vez se te agote el vino de esas botellas que nunca abrirás y un día no tengas nada que beberte, tal vez tu tierra se quede en barbecho para siempre, y tal vez esas estrellas de las que tanto huyes se apaguen a tus ojos porque se avergüencen de tus montones de bolígrafos desangrados...

Bórrame en tus folios si así lo deseas, pero no dejes de parir esas hojas amarillentos que hacen de entrañas de aquellos armarios desvencijados... a no ser que quieras desperdiciar tu alma y dejar que nuestras brasas se consuman allí abajo, o allá arriba...