martes, 27 de marzo de 2018

Los días que no amanecía

Se sigue confundiendo el día con la noche.

Tengo que salir a ver amanecer lejos de esta tierra, necesito que el sol se reencuentre con mi gélida alma y devuelva el color a mi rostro.

Si nunca más amanece... un día me fundiré con la oscuridad de la noche para siempre.

No quiero ahora, aún no he perdido la esperanza de encontrar aquella esencia que se perdió cuando decidimos dejar de jugar a que éramos mágicos y atemporales... aunque creo que no la encontraré jamás prefiero irme pensando en que aún me está esperando, escondida bajo su eterno delirium tremens...

Me voy buscando ese disco mágico de sol que tanto añoro, que sólo se ve desde donde tantos hombres no se atrevieron nunca a llegar. No sé lo que buscaré ni lo que encontraré, sólo sé que necesito llorar para despedirme de Ella sólo hasta muy pronto, no puede ser que su presencia me aterre cuando fue quien me dio la vida mundana... a la que ya no puedo renunciar.

Voy a comerme la tristeza mañana, cuando me vaya.

Y sólo espero que sea un camino sin retorno...

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