Esta noche hace frío, frío de hielo. Porque se ha escarchado el reino de las sombras y la ventisca llega hasta aquí. Se ha colado por las ventanas y por debajo de estas puertas que nunca se cierran porque están rotas y viejas.
Una vez estuve en un plaza donde también hacía frio, me acuerdo, pero yo no lo tenía. Y me encontré un calendario roto y lo pegué, pero no me acuerdo dónde está, creo.
Mañana tal vez salga el sol temprano y no tan tarde como estos otros días. Porque mi tierra no se calienta, no se quita nunca la nieve de mi patio, se ha hecho eterna.
Pero esta noche hace frío, lo se porque veo el horizonte tembloroso y las estrellas difusas. Y lo advierto. Y un halo de escarcha se vuelve a colar otra vez por mi ventana. No lo resisto, no lo quiero.
Voy a esperar. Sí. Voy a esperar al calor de alba. A ver si se lleva el hielo del suelo y de las paredes. Y si no me arroparé con un manto de luna.
Al menos no prenderé mi hoguera con besos, ni con sueños. Ni con vidas, ni con recuerdos.
martes, 17 de mayo de 2011
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