miércoles, 15 de enero de 2014

Vaya

Querida amiga, querido poeta,

Se que os debía una carta, lo se por lo mucho que os he echado de menos. Y eso que nunca dejasteis de derrochar vuestra virtud para que yo intentase una vez más llenarme tan solo un poco de ella, como tan solo me puedo permitir.
Y de todas formas ya estaba bien que dejase un poema de salón por esta Tierra de los Cuentos. Hoy me di cuenta de que Ella estaba hambrienta de mi mugrienta prosa desgastada... vaya, si es lo único que comió en todos estos años tal vez no sepa digerir otra cosa...
Aun así yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión... y no voy a renunciar a la divinidad de lo humano porque mi virtuosismo no os llega a vosotros, seres virtuosos por antonomasia, ni a la suela de las albarcas. Vaya, menos mal que mi amiga una vez me dedicó una rima y el poeta gastó su voz para recitarme un poema de esa página amarillenta de tanto rayo de luna. Menos mal. Porque si no fuese así me habría muerto de la pena. De la pena de no poder llorar por nada. Pues menos mal.
Caguendios, ¿dónde está el poema? No se, mira a ver si tú poeta me lo puedes mandar con un soplido mágico y que se me pegue en la solapa de la levita, porque si no lo llevamos claro me parece a mi....
Bueno, lo mismo es que esta noche es sólo un preámbulo para el pedazo de poema que voy a escribir mañana. Se debe estar revolviendo Bécquer en su tumba sólo de escuchar el restriego de mi pluma en el papel al escribir esto... menuda osadía la mía...
Pues venga, mañana os escribo uno que ninguno de vosotros os atreveréis a recitar por la emoción que os embargaría el hacerlo. Y luego ya me seguís diciendo que mis cuentos sólo comen de salón barato... vaya, a ver si os atrevéis esta vez.
En fin querida amiga, en fin querido poeta, gracias por estar ahí para leer este salón desarropado de talento e infinitamente lleno de alma. Gracias una noche más.

Para ellos que, a pesar de la hambruna de mis versos, siempre han seguido esperando el siguiente, si acaso gordo como una vaca... vaya...



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