martes, 2 de noviembre de 2010

Esta noche

Esta puede que sea la noche más triste del mundo. Porque desde aquella en que reinventé mi cuento para que saliese de las sombras nunca había oido tanto silencio, tanto sigilo que me rasga el alma.

Y aunque ayer ya sabía que esto acontecería hoy busqué por todos los rincones una señal que me sacase de esta pesadilla muda.

Siento haberme tornado tan terrenal que no se podía soportar. Siento haber desparramado mi mísera vida sin miramiento ninguno. Siento haberme dejado caer en los brazos de Morfeo como el más débil de los mortales derrochando toda mi fragilidad. Y sobre todo siento haber roto aquel sueño regalado en el que yo era una princesa que vivía en el castillo más alto del mundo donde todo se arreglaba con una pequeña magia.

Y siento ser tan miserable y tan débil que sólo me merezca un triste final, tan triste que hasta lo más bello que tengo se tornó un hiriente arma de blanco algodón. Y ahora sólo escucho ese silencio que me taladra el pequeño alma que aún me quedaba.


Por Dios que alguien me escuche porque no puedo aguantar este dolor de soledad. No quiero llorar más, no quiero padecer esta tortura sólo por haber perdido otra vez, no puedo soportarlo, no quiero, esta noche no por Dios.

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