martes, 5 de febrero de 2013

Me basta para que no se muera mi alma

Menos mal que al menos tú tienes claro sobre lo que escribes. Bueno, la verdad es que yo también tuve siempre claro sobre lo que siempre escribías tú. Y yo. Sobre volver a ese lugar. Una vez más. Y cada noche sin Luna vuelvo. Menos mal que siempre fue mi casa, algún día tendré que olvidar por fin donde habito... menos mal.

Tal vez esta noche te quería dedicar mi cuento sin valor. O tal vez se lo quería dedicar a aquel amigo que me lo iba a cantar después. No lo se. Se lo dedico a ella entonces. A Estrellita. Así no tengo dudas de que caerá en buenas manos cuando me vaya. Vaya. Cuando me vaya. Como el Poeta. Y no como el amigo de Alba, como el otro.

Al menos esta noche os encontré. A ti. Y a ti. Y a ti también amiga. Porque se me acaban las palabras. No como a él, que nunca le empiezan.

Buenas noches pues. Cojo mi esencia, es lo único que me queda ahora. Y la exprimo. Esta vez más que nunca. Para que se me incruste en los poros una vez más. Menos mal que la tengo cerca, sino no se que haría yo sin ella.

Buenas noches amiga mía. Quédate con él, cuídalo para que no se le vuelen las palabras. Y si te cansas de vagar sin que te coja en brazos vente un rato conmigo, como siempre, ya sabes que yo te levantaré hasta mi Luna. A mi con saber que existen ellos me basta para que no se muera mi alma.

1 comentario: